«Las ayudas técnicas, si se recomiendan adecuadamente, pueden
mejorar la productividad, aumentar la comodidad, reducir costes
y aumentar la independencia de la persona» (Sturman-Floyd,
2011).
La selección de ayudas técnicas debe basarse en una
serie de consideraciones:
operar las ayudas técnicas.
sus limitaciones.
promover la independencia, no deshabilitar a la
persona.
la capacidad física y mental del usuario cambie en un
futuro cercano y tener esto en cuenta al elegir la ayuda
técnica.
lesiones para el usuario y el ayudante.
Si se proporciona alguna ayuda técnica, esta debe
revisarse periódicamente para verificar que aún sea
segura su utilización y siga cubriendo las necesidades del
usuario. Además, cualquier ayuda técnica que disponga
de mecanismos, debe inspeccionarse regularmente.